AUTONOMÍA EN EL APRENDIZAJE


Por autonomía en el aprendizaje se entiende la capacidad que desarrolla el alumno para organizar su propio proceso de aprendizaje. A diferencia de la autonomía, de carácter espontáneo e inconsciente, que cada persona puede ejercer en la vida cotidiana, la autonomía en ewl aprendizaje es intencional, consciente, explícita y analítica. Su ejercicio implica la determinación del aprendiente de ser responsable y de tomar decisiones personales sobre su aprendizaje, así como la voluntad de participar, junto con el docente, en la negociación de los siguientes aspectos: la identificación de las propias necesidades de aprendizaje y la definición de sus objetivos; la planificación de las clases; la selección de los contenidos y el establecimiento de su secuenciación; la selección de los materiales didácticos adecuados; el entrenamiento en el uso de técnicas y estrategias varias, pero muy especialmente las de aprendizaje y las metacognitivas; y, finalmente, la realización de la autoevaluación.

Los estudios sobre la autonomía en el aprendizaje surgieron a raíz de la crisis del de método, situación en la que el alumno y el alumna adquieron una relevancia teórica y conceptual desconocida hasta entonces. El aprendientee deja de ser visto como un receptor pasivo de los conocimientos, para concebirse como el protagonista y agente del proceso de aprendizaje; y la interacción. A esta situación, calificada de postmétodo, hay que añadir la confluencia de las aportaciones de las teorías de la educación y de la política educativa, por un lado, y las de la psicología y la psicolingüística, por otro.

Uno de los primeros técnicos de la pedagogía de la autonomía fue M. Knowles (1972,1990). En el ámbito de la didáctica de las lenguas, H. Holec (1980) define la autonomía como ; esta no debe ser entendida como una capacidad innata, sino como una capacidad que se adquiere mediante el desarrollo de las estrategias metacognitivas. Por su parte, L.Dickinson (1987) argumenta a favor del aprendizaje autónomo con estas cinco razones:

1. Motivos de tipo práctico (la imposibilidad de asistir regularmente a clase por parte de una gran cantidad de alumnos).

2. Las diferencias individuales de los alumnos (relativas no sólo a su actitud, sino también a sus estilos de aprendizaje y a las estrategias que aplican).

3. Los fines educativos (el aprendizaje autónomo promueve el desarrollo de las características específicas del aprendiente).

4. La motivación (la autonomía estimula al alumno en el sentido de que le otorga libertad).

5. El objetivo de aprender a aprender (la autonomía promueve la reflexión sobre el propio aprendizaje, los procesos y las estrategias iutilizadas).

Un término que podríamos resaltar a raís de la autonomía en el aprendizaje son las estrategias de metacognición.

Las estrategias de metacognición constituyen un grupo de estrategias de aprendizaje (los otros tres grupos son las estrategias comunicativas, las cognitivas y las socioafectivas). Consisten en los diversos recursos de que se sirve el aprendiente para planificar, controlar y evaluar el desarrollo de su aprendizaje.

A diferencia de las cognitivas, estas estrategias permiten al aprendizaje observar su propio proceso, son externas al mismo y comunes a todo tipo de aprendizaje. Conforman un tipo especial de conocimiento por parte del aprendiente, que algunos autores han caracterizado como un triple conocimiento: referido a la tarea de aprendizaje, referido a las estrategias de aprendizaje y referido al sujeto del aprendizaje. En otras palabras, saber en qué consiste aprender, saber cómo se parenderá mejor y saber cómo es uno mismo, sus emociones, sus sentimietnos, sus actitudes, sus aptitudes. Algunos ejemplos de estrategias metacognitivas pueden ser:



  • Al detenrse a reconocer el objetivo y finalidad de un ejercicio o tarea que se vaya a realizar (distinguiendo, por ejemplo, entre una que sirve para el enriquecimiento del vocabulario mediante la lectura de un texto y otro que sirve para el perfeccionamiento de la comprensión lectora).

  • La autoevaluación de una actividad ya realizada.

  • la búsqueda de ocasiones de práctica para consoliar lo aprendido en la clase.

1 comentario:

María Dolores Díaz Noguera dijo...

Muy bien. La entrada es correcta.